08 diciembre 2009
Raíces de Pasión
Tu vitalidad y tu energía es el oxígeno que surca el aire que se enreda en tu cabello moldeando el hechizo seductor que coquetea y conquista ese cautivo corazón.
Alas de mujer que seducen cuando abres y cierras sus pliegues, aroma fuerte y poderoso como el de la misma tierra,, fragancia que pretende , adivina, , evoca y suena a latidos de pasión.
En tu mano dejo su piel de madera llena de savia para que seas el sustrato que alimente las raíces que den vida a este deseo de pasión.
Con cariño Mila Ibáñez
03 noviembre 2009
Estructura y partes del abanico


El abanico tiene unas estructuras muy diferenciadas; las partes de las que se compone son:
1. LAS VARILLAS. Son las tiras rectangulares de material diverso (caña, bambú, plástico ...) todas iguales entre sí (de ancho y de largo), y perforadas por igual en uno de sus extremos.
2. EL CLAVIJO. Es el clavo o elemento que une las varillas (engarzándolas por su extremo perforado) de un extremo a otro con una cabeza por un lado y que se remacha por el extremo de salida para evitar que se salgan las varillas. Esto permite el giro de las varillas sobre este eje.
3. PAÍS. El país o paisaje es la tela (papel o cualquier otro material) que hace de membrana de unión de las varillas entre sí. Se le hacen el doble de pliegues menos uno que el número de varillas tenga el abanico, haciendo dobleces alternativamente entrantes y salientes para que el abanico pueda plegarse y estirarse perfectamente. El espacio de "membrana" entre dos dobleces debe ser impar (es decir el doble de varillas menos uno). El motivo de este "país" o membrana es de lo más diverso, pudiendo ser hasta un bordado de telas y encajes.
PADRONES. Los padrones, podemos decir que son el escudo que protege al abanico y sus varillas del desgaste y los golpes cuando el abanico está cerrado. Estos padrones suelen ser más gruesos que las varillas y de un material más resistente como el marfil, carey, nácar, etc. El clavillo ya no se remacha sobre las varillas sino sobre estos nuevos soportes o "protectores": los padrones.
Origen del Abanico Embrujado
Aires de Embrujo fue fundada en 1904 como negocio conjunto entre dos hermanos. Uno de ellos, Nicolás Escobar que vivió en las Americas hace tiempo, había emigrado a Argentina desde Cuba por la pérdida de la colonia en 1898. Su negocio fue la comercialización de madera. Mientras tanto, que ha permaneció en España, se dedico a la producción de azúcar, en donde España era potencia mundial y quiere seguir siéndolo.
La idea de fabricar abanicos sale de asiduas y esperadas comunicaciones por carta. Pero no como empresa, sino como afición, respuesta a peticiones de la familia y amigos...Uno tiene las materias primas, el otro conoce a las personas, y ambos toman la iniciativa como ello, una actividad secundaria.
En los primeros años, todo se hace totalmente por encargo, en cantidades reducidas y artesanalmente. Pasa el tiempo y ya en los años 20 las posibilidades de negocio aumentan. Es entonces cuando se establece formalmente una empresa de fabricación de abanicos, con un taller, maestros y aprendices en plantilla, etc. Sin embargo, la Guerra Civil corta los buenos inicios de la compañía que no trabaja de nuevo hasta 1945-1950 y a duras penas consigue en 10 años más recuperar los niveles de antes de la guerra.
En 1960, la moda, el turismo y la mejora de la economía ponen al abanico tradicional en desuso y significan una casi desaparición del negocio familiar, que sin embargo resiste gracias a dirigirse a un nuevo mercado: souvenir y recuerdo típico español. Así prosigue el negocio, combinando el mercado tradicional con el sobrevenido, inculcando las enseñanzas y buenas artes de confección y fabricación de nuestras pequeñas obras de arte de generación en generación.